Este post no es solo para los novios, también interesa a todos aquellos invitados que quieran saber cómo deben de comportarse en diferentes situaciones. Como bien se ha dicho siempre, las reglas están para cumplirlas en cualquier aspecto de la vida; así que mi primer consejo es intentar pasárselo bien respetando y cooperando con el responsable que va a realizar el reportaje.
¿Cómo se hace eso? Pues es muy sencillo, no interfiriéndose y dejando desarrollar al fotógrafo toda su creatividad. Estamos allí para sacar lo mejor del momento y captar la esencia en cada instante. Hoy en día nos resulta difícil lidiar con amigos, móviles e incluso, la incesante labor “amateur” de algunos invitados con sus cámaras.
Puede que el protocolo te encante, lo odies o, simplemente, lo desconozcas. Todos sabemos que hay unas pautas que en muchas ocasiones no se ponen en practica, como por ejemplo, felicitar a los novios en el altar y acto seguido, a las puertas de la iglesia. Sobre el protocolo para ser un invitado perfecto, se podría escribir un libro, pero vamos a dejarlo en algunos consejos.
Si existe un protocolo de como vestirse, entrar a la iglesia, sentarse, salir y tirar el arroz… ¿Por qué no poner en práctica esas normas de respeto y educación hacia los diferentes momentos de la ceremonia? Intentad poneros en nuestra piel... Gente que se entremezcla a modo de “obstáculos humanos” entre los novios y nosotros, la incomodidad de miles de flashes haciendo reflejos, muchos egos y personas intransigentes…
“Tus valores te enseñarán a hacer lo que debes y no lo que quieres”.
Por tanto, la educación y el respeto hacia la labor que desarrolla cualquier profesional, debe ser nuestro mayor reto personal.
A veces preguntar al encargado de llevar el peso y la responsabilidad de la ceremonia (fotógrafo o wedding planner ) nos sacaría de dudas en una mejor practica , resolución y divertimento en los eventos.