La sensualidad es uno de esos temas complicados, porque no es sexual pero tampoco es inocente, es sugerente pero no evidente… Tampoco es blanco ni negro, y a veces cuesta transmitir este tipo de mensajes sin inclinarnos hacia lo exagerado, en definitiva, de eso trata el etéreo mundo del Boudoir.

Si bien una modelo no es la única forma de transmitir sensualidad, es cierto que la forma más común en este tipo de sesiones es hacerlo a través de la persona, a través de las curvas del cuerpo, de la mirada, de la pose, de la ropa y del entorno. Ya que muchas veces, la expresión y la mirada son capaces de trasmitir mucho más...

La sensualidad sugiere de forma elegante este tipo de sesiones, procurando que las imágenes no pierdan la elegancia que las caracteriza y que marca la esencia de la belleza en cada detalle. Porque cuando te atreves a ser sensual, tu energía femenina se incrementa y te conviertes en algo irresistible.

La belleza de una mujer debe medirse en la sensualidad que irradia su naturaleza más no de la estética que su cuerpo representa.